lunes

La Boca


Como mencionamos anteriormente el sistema digestivo comienza en la boca, estructura especializada en la ingestión de alimento y el inicio de la digestión.

La digestión mecánica comienza cuando se muerde o mastica un alimento, siendo desintegrado por los dientes y humedecido por la saliva. En la boca encontramos: la lengua, los dientes, paladar y saliva.

La lengua, es un órgano muscular en cuya superficie se ubican las papilas gustativas, cuya función es detectar las sustancias químicas que producen los distintos sabores.

La saliva es producida y secretada por tres pares de glándulas salivales que funcionan bajo el control del sistema nervioso. El sabor de los alimentos, su olor o simplemente mirarlos o pensar en ellos, puede ser estímulo suficiente para motivar el paso de saliva de las glándulas a la boca a través de los conductos. La saliva es un jugo digestivo, que contiene un compuesto de carbohidrato proteína llamado mucina, que le permite envolver las pequeñas partículas de alimento en una especie de masa suave que desliza suavemente por el tracto digestivo. La saliva también contiene una amilasa (enzima que actúa sobre carbohidratos), llamada ptialina o amilasa salival, que cataliza (favorecer o acelerar el desarrollo de un proceso) la hidrólisis del almidón y su conversión en maltosa. Además produce otra enzima llamada losozima, que debido a su baja concentración destruye solo aquellas bacterias que pueden perjudicar la dentadura, sin dañar a las otra presentes en la boca.

Los dientes son los encargados de la masticación por la que se desmenuza mecánicamente el alimento de modo que se exponga mayor superficie para la acción de las enzimas.

La acción conjunta de los dientes, lengua y saliva permiten transformar el alimento en una masa parcialmente digerida llamada bolo alimenticio y que pasará a la faringe en el proceso de deglución.